Todos sabemos cómo está conformado nuestro planeta, y la cantidad de agua potable con la que contamos, sin embargo la desperdiciamos y no hacemos uso de razón para evitar esto.
El cuerpo humano está compuesto entre un 55 y un 78% de agua, dependiendo de sus medidas y complexión, por eso el agua es muy importante. Gracias ella vivimos, de lo contario sufriríamos una completa deshidratación y la muerte.
Desgraciadamente hoy en día el mal uso del agua ha propiciado a la escasez del mismo y con ello a uno de los más grandes problemas mundiales, la contaminación del agua, ese vital líquido que nos da vida. Lamentablemente la falta de cultura e información ha hecho que poco a poco la vayamos agotando.
El estado de Veracruz es el más afectado por la contaminación de los mares. Las playas son el principal atractivo turístico del estado, y sus mares poco a poco están siendo contaminados por las grandes cargas residuales que le arrojan.
Según informes de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el año pasado se registró el caso más grave de contaminación y eso fue en los mares del estado de Veracruz.
América Latina y el Caribe apenas se ocupan de tratar el gigantesco torrente de descargas municipales, basura, hidrocarburos y plaguicidas hacia sus aguas marítimas. Así, millones de dólares se pierden por el deterioro de los ecosistemas, la reducción de los volúmenes de pesca y los daños a la salud humana.
Estudios indican que entre 80 y 90% de las aguas residuales que provienen de fuentes terrestres llegan a los mares de la región sin ningún tratamiento. Allí cubren a millones de peces y crustáceos, los de mayor importancia comercial, y a ecosistemas frágiles que comienzan a mostrar estragos.
Es importante cuidar nuestro planeta y sobre todo el agua, que nos ayuda a vivir, es lamentable como muchas cosas se están perdiendo, la belleza de los mares, el agua cristalina y la arena de tono café claro, característica del estado.
Nos estamos acabando al planeta, este mundo tan maravilloso que tanto nos ha dado, todavía estamos a tiempo pero tenemos que cambiar nuestra manera de pensar y empezar a actuar ahora.
Es tiempo de ocuparnos y no sólo preocuparnos. El agua no es un problema del futuro, es del presente, tal parece que no haremos consciencia hasta que le demos vuelta a la llave y nada salga de ahí. Todo lo que tú hagas cuenta, es tiempo de hacer conciencia y actuar sobre el daño ecológico producido.
PIÉNSALO.
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